jueves, 31 de marzo de 2011

Elegía a Ramón Sijé

(En Orihuela, su pueblo y el mío, se
me ha muerto como del rayo Ramón Sijé,
con quien tanto quería.)

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas

daré tú corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano esta rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya tercipelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas,
del almendro de nata te requiero
que tenemos que hablar de muchas cosas
compañero del alma, compañero.

Miguel Hernández.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Plega a Dios

Plega a Dios que alguno quieras
como yo, mi bien, te quiero,
porque penes, porque mueras,
porque sepas que de veras
por tu sola causa muero.

      Amada ni más ni menos
seas como yo de ti,
porque defectos ajenos
te hagan mención de mí;
y penes porque debieras
quererme como te quiero;
y por me cobrar te mueras
y no puedas aunque quieras
siendo yo muerto primero.

Pedro Álvarez Osorio.

martes, 29 de marzo de 2011

Este amor que se va, que se me pierde...

Este amor que se va, que se me pierde,
esta oscura certeza de vacío:
mi corazón, mi corazón ya es mío
sin nada que le implore ni recuerde.

De pronto, vuelve a ser un fruto verde
sin madurez, ni aroma en el rocío:
ay del que quiere apresurar su estío,
ay de aquél que lo besa o que lo muerde.

Yo sé que algo persiste, todavía.
Pero no existen ya ni la alegría
ni la embriaguez radiante ni la lumbre

ardiendo en la mirada y en los labios.

Ni exaltación ni búsqueda ni agravios:
apenas una cálida costumbre.

Julia Prilutzky.

lunes, 28 de marzo de 2011

Las Palabras

No me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro.
 
Si usted habla de progreso
nada mas que por hablar
mire que todos sabemos
que adelante no es atrás.
 
Si esta en contra de la violencia
pero nos apunta bien,
si la violencia va y vuelve
no se me queje después.
 
Si usted pide garantías
solo para su corral
mire que el pueblo conoce
lo que hay que garantizar.

No me gaste las palabras
no cambie su significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro.
 
Si habla de paz pero tiene
costumbre de torturar
mire que hay para ese vicio
una cura radical.
 
Si escribe reforma agraria
pero solo en el papel
mire que si el pueblo avanza
la tierra viene con él.
 
Si esta entregando el país
y habla de soberanía
quién va a dudar que Usted es
soberana porqueria.

No me gaste las palabras
no cambie su significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro.
 
No me ensucie las palabras
no les quite su sabor
y límpiese bien la boca
Si dice revolución.

Mario Benedetti.